3. ¿Cómo se puede afrontar la jubilación?

La vivencia de la ancianidad depende en gran medida de cómo se hayan vivido cotidianamente las etapas anteriores. Cuando el individuo se halla trabajando, goza de buena salud, disfruta de su familia y sus relaciones sociales, es el momento más adecuado para prepararse para afrontar la vejez en las mejores condiciones posibles. Es el momento de tomar las medidas más adecuadas para una jubilación satisfactoria, decidir qué tipo de vida se quiere para entonces, en qué elementos vitales se van a apoyar, quienes serán los amigos, qué actividades se van a desarrollar y qué aficiones se van a practicar.

Justamente la recuperación de las ilusiones que quedaron por el camino podría suponer la gran oportunidad de la vida del jubilado, consistente en el aprendizaje de determinadas actividades, en la ampliación del nivel cultural o de su diversificación (ya que la vida profesional tiende a la especialización unidimensional), en el establecimiento de contactos personales a otros niveles y con personas distintas de las tratadas habitualmente, etc.

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