5. ¿Qué cuesta más de aceptar?

La pertenencia social. En la sociedad actual, llegar a la ancianidad supone perder el lugar en esa sociedad. El status del anciano, el de jubilado, significa a menudo "quedar al margen de..."; no tiene normas, ni expectativas, por lo tanto, no tiene rol social. El lugar que ocupaba el anciano en otros tiempos, cuando era valorado por sus conocimientos y experiencia, ha desaparecido sin haber sido reemplazado.
En una sociedad que gira fundamentalmente alrededor de los conceptos de poder, rentabilidad y consumo, se presenta al prejubilado como una persona que resta puestos de trabajo a los jóvenes y, una vez jubilado, representa una carga para la sociedad, por el coste de las pensiones de vejez.

Las personas mayores están en esta sociedad y para esta sociedad, por ello es necesario plantearse con urgencia la redefinición de un lugar para ellos, de un status significativo, apto para satisfacer la necesidad básica de pertenencia social.

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